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FCEI: La apuesta que está transformando el capital emprendedor en el Perú. Entrevista a Luis Sanguinetti, Analista de Competitividad COFIDE

El Fondo de Capital Emprendedor del Perú (FCEI) viene marcando un antes y un después en el desarrollo del capital de riesgo en el país. Luis Sanguinetti, parte del equipo gestor del FCEI, de la gerencia de innovación y desarrollo de COFIDE, comparte en esta entrevista exclusiva los aprendizajes, desafíos y objetivos que marcarán la siguiente fase del fondo. Con una visión realista, experiencia en política pública e impulso al talento local, Sanguinetti detalla cómo el FCEI busca consolidar al Perú como un hub regional de innovación y confianza para inversionistas. Descubre aquí los puntos clave de esta conversación y el impacto que se proyecta para el ecosistema emprendedor peruano en los próximos años.

1. ¿Cómo se diferenciaría la tesis de inversión ideal para una siguiente fase de inversión del FCEI?

Luis explica que la principal diferencia que tendría una nueva fase inversión FCEI, sería integrar un enfoque realista y adaptado al momento actual del ecosistema peruano.

El FCEI fue diseñado bajo el contexto del “boom” tecnológico del 2020-2021, para fondos grandes, con una base de inversionistas ya constituida y objetivos ambiciosos: 30 millones de dólares para fondos internacionales y 15 millones para fondos de origen peruano. Sin embargo, la realidad del sector demostró que el ecosistema no está todavía preparado para operar a esa escala; por esa razón, es necesario reflexionar e identificar las etapas de desarrollo más vulnerables dentro del ecosistema a fin de apoyar efectivamente el desarrollo del mercado.

¿Qué se podrían integrar al FCEI? El objetivo sería adaptar la visión del FCEI al presente y dar continuidad a los éxitos obtenidos en la primera fase de inversión. Uno de los retos más importantes que buscamos es crear un compartimento específico para apoyar a fondos emergentes peruanos, aquellos que recién están comenzando y que se enfrentan grandes dificultades para captar inversionistas clave, la intención es facilitar el desarrollo de un primer fondo que permita a los gestores empezar a invertir, generando track-record, e incentivando la participación de otros inversionistas privados.

Según Luis, estos fondos tienen talento, experiencia y conocimiento del mercado, pero necesitan apoyo para dar ese primer paso y generar confianza en el mercado. Porque en el mundo de las inversiones, la confianza se construye generando rentabilidad y cuando otros ya apostaron por ti. Y eso es lo que busca brindar el FCEI: ser el primer voto de confianza que permita a los fondos despegar. Por eso, buscamos ayudar a estos fondos emergentes peruanos a dar ese primer gran salto, a demostrar que hay confianza en ellos, y que pueden escalar.

2. ¿Cuántos fondos han sido seleccionados hasta ahora y qué criterios utiliza el FCEI para evaluarlos?

Luis nos cuenta que, al 2do semestre del 2025, el FCEI ah seleccionando un total de cinco fondos, lo que representa una cartera total de aproximadamente 14 millones de dólares. Pero más allá del número, lo verdaderamente valioso está en el tipo de fondos elegidos: todos tienen como objetivo dinamizar el ecosistema local, con un fuerte enfoque en startups peruanas, sin dejar de lado el interés internacional.

Lo más emocionante es que estos fondos prometen atraer una masa importante de startups, muchas de ellas peruanas. No nos interesa solo que una startup sea grande, sino que haya “tráfico”, que se cree movimiento, interés y nuevas ideas.

Los criterios clave incluyen la capacidad del fondo para movilizar capital, su compromiso con startups de alto potencial, y una estrategia clara que apunte al desarrollo del ecosistema peruano.

En otras palabras, el FCEI no apuesta solo por la promesa financiera, sino por una visión de largo plazo: fondos que impulsen el crecimiento de nuevas empresas peruanas y que ayuden a consolidar al país como un hub regional de innovación.

3. ¿En qué sectores y tamaños de fondo están apostando con el FCEI? ¿Y cuál es el potencial del ecosistema peruano en los próximos años?


Aunque el FCEI no limita su inversión a un sector específico; sin embargo, si hay un claro interés en áreas donde el Perú tiene ventajas competitivas y reconocimiento internacional, como los sectores de agricultura, minería y finanzas.

Según Luis, estos sectores reflejan la identidad económica del país y representan oportunidades reales para escalar soluciones innovadoras desde Perú hacia la región. Aun así, el FCEI está abierto a propuestas de valor desde cualquier sector, siempre que cuenten con una visión clara y un equipo sólido.

En cuanto al tamaño de los fondos, la meta sigue siendo que cada fondo alcance al menos los 10 millones de dólares, siendo este tamaño un rango clave para otros inversionistas institucionales. Este umbral no es solo una cifra aspiracional: es el punto en el que un fondo se vuelve sostenible, puede pagar sueldos competitivos, diseñar una estrategia robusta, hacer seguimiento adecuado de las inversiones, y movilizarse dentro del ecosistema regional.

“Ese tamaño les permite cubrir todos los gastos operativos necesarios, ser sostenibles y tener el impacto real que buscamos dentro del ecosistema”, explica Luis.

Además, el FCEI busca que los fondos no solo inviertan, sino que se involucren activamente en el desarrollo del ecosistema peruano. Se espera que los gestores participen en actividades colaborativas, impulsen redes y promuevan el crecimiento de startups peruanas desde su nacimiento hasta su consolidación.

En resumen, el FCEI apuesta por fondos ambiciosos, estratégicos y profundamente comprometidos con el desarrollo del emprendimiento en el país. Porque el objetivo no es solo invertir, sino transformar el futuro económico del Perú en los próximos 5 a 10 años.

4. ¿Cuál es el ticket promedio de inversión del FCEI y qué criterios siguen para seleccionar los fondos?

Aunque el FCEI no establece un monto mínimo fijo para invertir, sí prioriza fondos que hagan apuestas significativas. Según la normativa del FCEI el ticket por inversión debe ser como mínimo de 50,000 dólares; no obstante, se recomienda que los tickets de inversión deberían superar los 300,000 dólares a fin de ser relevantes para las startups, permitiendo una participación para inversiones de seguimiento o follow-ons.

Pero más importante que la cifra, es que el fondo tenga la capacidad de acompañar a las startups; por lo menos, hasta una Serie A. Esa es una etapa clave donde las empresas ya demostraron que son atractivas en el mercado, están listas para escalar y crecer agresivamente, incluso para expandirse a otros países.

“Nos enfocamos en ese rango porque es ahí donde la startup prueba su validez y se convierte en un jugador serio dentro del ecosistema. Es también cuando se vuelve más atractiva para la inversión internacional o justifica su ingreso a nuevos mercados”, comenta Luis.

Respecto a los sectores, el FCEI mantiene una postura agnóstica: no prioriza industrias específicas, sino que apuesta por la calidad del portafolio. El objetivo es que cada fondo pueda identificar al mejor representante de cada sector, evitando concentraciones que podrían terminar canibalizando el impacto.

Así; por ejemplo, si un fondo decide invertir en fintech, debe apostar por la mejor fintech. Si va hacia sectores específicos, entonces debe elegir la más prometedora y con giros de negocios distintivos en ese campo. Esa estrategia permite diversificar la exposición del portafolio, aumentar el impacto económico y evitar competir dentro del mismo nicho.

En resumen, el FCEI no busca cantidad, sino calidad estratégica, tanto en el monto invertido como en la selección de sectores. Lo importante es generar valor real, sostenido y con visión de largo plazo.

5. ¿Qué rol juega la reciente incorporación de CAF al fondo FCEI y cómo impacta en su estrategia?

Para Luis, la llegada de CAF (Banco de Desarrollo de América Latina) al FCEI no es solo una noticia positiva, sino una validación contundente del trabajo bien hecho.

“Lo veo como una certificación. CAF no entra a cualquier fondo, su participación implica que estamos haciendo las cosas correctamente y con altos estándares”, comenta.

Esta incorporación marca un hito importante porque representa un proceso de profesionalización para el mismo FCEI y para los fondos que lo integran. Incluir a una entidad multilateral como CAF exige cumplir con procesos rigurosos, compromisos formales y un nivel de seguimiento más alto.

Pero más allá de lo institucional, CAF abre puertas estratégicas:

  • Fortalece la operatividad del fondo mediante apoyo técnico y posible incorporación de tecnología.
  • Aumenta la capacidad de atracción de talento y expertos que puedan acelerar el desarrollo del ecosistema.
  • Multiplica el alcance regional e internacional del FCEI, dándole mayor visibilidad y nuevas oportunidades de colaboración.

En resumen, la CAF no solo trae capital, sino legitimidad, disciplina y proyección, y se convierte en un aliado clave para seguir consolidando al FCEI como uno de los motores más potentes de inversión para startups en el Perú.

6. ¿Cuáles son los principales desafíos para levantar capital con actores privados en el Perú, especialmente en etapas tempranas?

Para Luis, el reto más grande no es el dinero en sí, sino lograr que el ecosistema sea percibido como atractivo y confiable por los inversionistas privados.

Y todo comienza desde las propias startups. Muchas veces se habla de que los fundadores deben «creérsela», pero más allá de la actitud, deben demostrar con claridad y evidencia que su negocio tiene potencial de crecimiento.

Eso implica tener:

  • Un registro financiero ordenado, profesional y actualizado.
  • Proyecciones de crecimiento ambiciosas pero realistas, basadas en datos.
  • Business cases sólidos, con impactos y estrategias claras para escalar.

“Una startup debería poder invitar a un inversionista a sus oficinas y mostrarle que todo lo que está en el papel se respalda en la operación real. Esa coherencia genera confianza”, explica Luis.

Pero hay una verdad incómoda: la mayoría de startups peruanas están concentradas en el día a día, resolviendo problemas operativos, y no siempre tienen el tiempo ni los recursos para preparar materiales de fundraising a nivel internacional.

Por eso, Luis sugiere que el ecosistema necesita reforzar su infraestructura de apoyo, a través de:

  • Asistencia técnica
  • Consultorías especializadas
  • Mentorías para founders

Estas herramientas podrían ayudar a que más startups se presenten mejor, comuniquen su visión de forma convincente y estén listas para atraer capital.

Además, otro desafío importante es el propio comportamiento del inversionista peruano, que aún no está familiarizado con el venture capital. En Perú, no es común apostar en etapas tempranas y hay que hacer un trabajo de cultura y educación para mostrar que esta clase de inversión es viable, escalable y valiosa.

“Afuera, invertir en startups es tan común como poner plata en la bolsa. Aquí todavía no. Pero ese cambio solo se dará si mostramos bien el potencial del ecosistema”, afirma.

En resumen, el reto es doble: que las startups se preparen mejor y que los inversionistas aprendan a confiar más. Y para lograrlo, se necesita trabajar juntos, con una visión compartida de crecimiento y sostenibilidad

7. ¿Cómo están contribuyendo a la madurez del ecosistema peruano y qué se necesita para lograr un entorno sostenible de capital emprendedor?

Para Luis, la madurez de un ecosistema no se mide solo por cuánto se invierte, sino por la constancia y la resiliencia de esa inversión.

Hoy en día, el ecosistema peruano ha mostrado picos de crecimiento —especialmente en los años 2020 y 2021— pero también caídas. Lo que el FCEI busca cambiar es precisamente eso: lograr que las inversiones sean frecuentes, sostenidas en el tiempo y menos vulnerables a las coyunturas.

“Necesitamos que el gráfico deje de parecer una montaña rusa y se convierta en una curva ascendente o al menos estable. Eso es lo que define un mercado maduro”, afirma.

Otro indicador clave de madurez son los ratios de éxito y fracaso de las startups. Luis hace referencia a un estudio de “Correlation Ventures” en el mercado de EE.UU., que demuestra cómo, en el transcurso de los últimos 20 años, el porcentaje de startups exitosas —las que consiguieron exits por más de 10x — pasó de menos del 1% a 3% en promedio; pero más importante, es que el porcentaje de las startups “perdedoras” – cuyos exits retornaron menos que el capital invertido – se redujo desde un 80% a un 40% en promedio.

Eso significa que, en un ecosistema maduro:

Hay mayores probabilidades de que una startup crezca y genere retorno.

Hay menor riesgo de pérdida total para los inversionistas.

Y eso es lo que el FCEI aspira a lograr en el Perú. Que, tras esta primera ronda de fondos, se empiece a ver esa evolución: más startups levantando capital, creciendo sosteniblemente y generando valor real.

“Cuando un mercado es maduro, el inversionista lo nota. Sabe que su dinero tiene más chances de crecer y menos de perderse. Eso genera más inversión, y el ciclo se retroalimenta positivamente”, concluye Luis.

En definitiva, construir un ecosistema maduro no es cuestión de un solo fondo, sino de continuidad, estrategia compartida y compromiso a largo plazo. El FCEI está sembrando las bases, y el objetivo es que el Perú se convierta, en los próximos años, en una tierra fértil y estable para el capital emprendedor.

Mensaje final: acompañamiento continuo e impacto con propósito

Para cerrar, Luis deja un mensaje poderoso sobre el propósito del FCEI: esto no es una estrategia de corto plazo, sino un compromiso de largo aliento con el ecosistema peruano.

Uno de los componentes clave del FCEI es el acompañamiento continuo a los fondos participantes. La idea es que aquellos fondos que iniciaron con la fase inicial de inversión del FCEI y que ahora están levantando su segundo o tercer vehículo, no se queden solos en el camino. El fondo seguirá allí, creciendo junto a ellos, respaldando su evolución y consolidando una comunidad sólida de inversión.

“Queremos que esto se vuelva una bola de nieve. Que en unos años tengamos un conjunto robusto de fondos invirtiendo de forma recurrente en el Perú, liderando eventos, conectando ecosistemas y generando cambio”, expresa Luis.

Además, lanza una reflexión fundamental sobre el impacto:
Una startup no solo debe preocuparse por escalar, sino también por demostrar con claridad su propósito y su relevancia en el mercado. El impacto no es solo un reporte ambiental o social, es una filosofía de negocio que muestra que sabes por qué existes y cómo estás ayudando a transformar tu entorno.

En un contexto global cada vez más orientado hacia inversiones de impacto, este enfoque puede abrir nuevas puertas a capital filantrópico o fondos internacionales que buscan generar transformación en países emergentes como el Perú.

“Estos inversionistas no se detienen ante crisis cambiarias o comerciales. Invierten por propósito, y muchas veces su capital tiene menos restricciones. Saber comunicar el impacto correctamente puede marcar la diferencia, sobre todo en épocas difíciles”, concluye.

En resumen, la siguiente fase de inversión del FCEI no solo buscará impulsar capital, sino crear una nueva cultura de inversión en el país: colaborativa, constante y con propósito. Y ese, quizás, sea el mayor impacto que puede dejar.

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